domingo, 19 de septiembre de 2010

HOLOCAUSTO PALACIO DE JUSTICIA

La toma de Palacio de Justicia y la retoma desnudaron la realidad del Estado y la sociedad colombiana, unos medios que se dejaban censurar a pesar de observar el exterminio de la Corte, un presidente sitiado por militares que no le pasó al teléfono al presidente de la Corte Suprema de Justicia, una cúpula militar que consideraba a la Corte Suprema su enemiga porque había decidido llamar a juicio al general Samudio por tortura, 1800 expedientes por tortura de ciudadanos y miembros del M19 en el gobierno de Turbay contra la cúpula militar del gobierno de Belisario.

Una cúpula militar que ya había pactado con el cartel de Medellín la extensión del paramilitarismo por toda Colombia y el genocidio de la UP, un Belisario atemorizado por los gremios de los poderosos que le pedían acabar el Dialogo Nacional y el Proceso de Paz con el M19, gremios que no soportaban la propuesta de reformas democráticas que el M19 había hecho en las mesas de Dialogo Nacional tras llenar las plazas, un M19 que tras el saboteo del proceso de paz y el atentado contra sus dirigentes no fue capaz de persistir en la paz y prefirió el fetichismo armado, El país político y militar hundió en sangre y fuego la opción democrática y el dialogo de paz porque ya había optado por la exclusión y la mafia.
Por eso bombardearon el Palacio. Y mataron civiles, guerrilleros y magistrados sin darle la oportunidad al dialogo, el único acto racional de esos días lo dio precisamente Andrés Almarales, cuando en el baño y ya sin municiones, decidió liberar todos los rehenes sabiendo que iba a morir ejecutado con sus hombres, prefirió la opción de vida para sus rehenes
Durante 20 años la alianza de políticos, militares, mafiosos y gente de poder que tomo la decisión de arrasar el Palacio genero un genocidio en toda Colombia, ya no mataron cien personas sino 150.000, llenaron de fosas comunes el territorio, descuartizaron, se entregaron a la barbarie.

El M19 respondió con la paz y se gano libremente las elecciones de Constituyente, surgió así una Constitución democrática, una Constitución contraria al interés de las elites que desataban el genocidio en Colombia, llevándonos a ser la mas desigual sociedad; la Constitución estuvo a punto de ser derogada por el proyecto uribista que quería refundar la Patria en defensa de las eliges del genocidio, algunos miembros del M19 resistimos y logramos develar la realidad del Poder en Colombia, su profunda alianza con la mafia y el genocidio.
Nos acompaño en una hermosa paradoja de la historia, la Corte Suprema de Justicia, fueron a parar a la cárcel decenas de poderosos, el proyecto paramilitar perdió su viabilidad histórica y el uribismo no se pudo reelegir, no pudieron refundar la Patria.

La historia oficial, que hablaba de un M19 que había entrado al Palacio pagado por escobar a matar magistrados y quemar el Palacio para borrar, se desplomo ante la investigación de la fiscal Buitrago que establecía la quema del palacio en responsabilidad de militares, el asesinato de magistrados, algunos en instalaciones militares por militares, la desaparición en manos de militares; eran los militares del paramilitarismo.
La verdad brotaba por todos lados cuestionando el poder, hoy algunos de los sectores más temerosos ante una nueva oleada democrática como la del 91, actúan política y violentamente.
Desataron el DAS contra mi, hoy sabemos que me intentaron asesinar tres veces, lanzaron la campaña de desprestigio, intentaron impedir a toda costa que fuera candidato presidencial. Hoy piden nuestra cabeza a toda costa, están desesperados, atemorizados, actúan. Por eso acuden incluso a una apelación hecha 20 años después, para intentar encarcelar a quienes destapamos el paramilitarismo y detuvimos a Uribe, no perdonan a un M19 que se mantiene altivo y defensor de su legado: el proyecto democrático de Colombia. No perdonan que la historia nos juzgue y nos de la razón.

Twitter Gustavo Petro.